¿Por qué honramos a los mártires?

Share This
Michelangelo's Final Judgement
 

La palabra mártir significa testigo. Morir en testimonio de su fe une al mártir con Cristo tanto en la muerte como en la vida. El martirio era un destino común entre los primeros cristianos, que desde el principio fueron víctimas de la violencia colectiva (como en los relatos de la muerte del diácono Esteban y del apóstol Santiago en Hechos) y más tarde ejecutados en masa por orden del Imperio en el siglo III. Documentos tales como el Martirio de Policarpo (157) y La Pasión de Perpetua y Felícitas (203) nos dan una buena imagen de lo que la fidelidad a la fe podría costar en esas generaciones. El edicto de Constantino en el año 312 legalizó el cristianismo, a raiz de lo cual el número de mártires en Occidente declinó precipitadamente.

Los primeros cristianos creían que los muertos esperaban el momento del Juicio Final antes de alcanzar el cielo. Sin embargo, los mártires lograban el cielo directamente a causa de su profunda comunión con la muerte de Cristo. Incluso si un mártir todavía no había sido bautizado, su sangre derramada por la fe calificaba como una forma de bautismo. Las tumbas de los mártires se convirtieron en sitios de peregrinación y de celebración de misa y banquetes funerarios en sus aniversarios luctuosos. Se construyeron iglesias sobre sus tumbas. Las reliquias de los mártires fueron honradas y con frecuencia reubicadas en otras iglesias y basílicas. Tales reliquias todavía se colocan en los altares de hoy.

La idea del martirio como la forma última de muerte cristiana hizo prudente desalentar la provocación del martirio en algunas circunstancias. Poco a poco, el ideal ascético del monasterio llegó a ser visto como un "martirio espiritual" igualmente estimado.

El martirio cristiano no desapareció de la historia después del siglo cuarto, por supuesto. En tiempos y lugares donde la religión se politiza -Japón en el siglo XVI, Uganda en el siglo XIX, México a inicios del siglo XX, o actualmente en el Oriente Próximo- el martirio resurge. El período de la Reforma protestante vio morir por sus posiciones doctrinales tanto a mártires católicos como protestantes. Los misioneros de todos los tiempos se enfrentan a la posibilidad de la muerte cada vez que entran en culturas desconocidas donde se desconfía de sus motivos.

En la era moderna, altamente politizada, la identificación de los mártires entre los muertos fieles se ha complicado cada vez más. Mientras que las muertes de personas como Dietrich Bonhoeffer en la Alemania nazi o el obispo Oscar Romero en El Salvador fueron claramente heroicas, es menos claro para algunos si murieron como resultado de su posición política o de su fe. Ser declarado mártir oficial de la iglesia puede ser irrelevante. Si morimos con Cristo, tenemos la garantía de que viviremos con él.

Escrituras: 2 Macabeos 6:18—7:42; Hechos 6:8—8:1; 12:1-3; 2 Timoteo 2:11-12; Apocalipsis 7:13-17; 17:6

Libros: The Big Book of Martyrs - John Wagner (New York: Paradox Press, 1997)

Christian Martyrs for a Muslim People - Martin McGee (Mahwah, NJ: Paulist Press, 2008)


Reprinted with permission from PrepareTheWord.com. ©TrueQuest Communications.

| ➕ | ➕

More questions...and responses

Site:  0 comments  -  Add your own comment  -  Follow my posts  -  Permalink Tags: martyrsmartyrdom
Facebook:
Comments  

0 Site Comments

Facebook Comments

Sponsors
Sponsors

SOCIALIZE

Follow Us

CALENDAR

Click on a date below to see the vocation events happening that day!